Como sociedades científicas dedicadas a la salud y el bienestar de todas las personas reiteramos nuestro apoyo al Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Plan ENIA).

El Plan ENIA es una política pública fundamental para garantizar el acceso de adolescentes a sus derechos sexuales y reproductivos, y prevenir los embarazos tempranos, que suelen producir maternidades forzadas que afectan negativamente las trayectorias educativas y perpetúa el ciclo de pobreza.

En sus 6 años de implementación el Plan ENIA ha demostrado ser una política exitosa, con una reducción del 50% en la cantidad de adolescentes que tuvieron hijos/as, según los resultados del Censo 2022. Además, ha permitido una mayor cantidad de denuncias por abuso sexual y ha garantizado los derechos de niñas, niños y adolescentes a la salud, la educación y a una vida libre de violencia.

Como profesionales de la salud, sabemos que la prevención del embarazo no intencional en la adolescencia es crucial para mejorar la salud y el bienestar de las personas jóvenes. El Plan ENIA ofrece opciones y herramientas para que los y las adolescentes tomen decisiones libres e informadas, lo que es fundamental para su desarrollo personal y social.

Por lo tanto, consideramos fundamental evitar cualquier tipo de debilitamiento que pueda sufrir el Plan ENIA y solicitamos que se mantenga y se fortalezca esta política pública fundamental para la salud y el bienestar de los y las adolescentes en Argentina.

Nos dirigimos a la opinión pública para resaltar la trascendental importancia del Plan ENIA en Argentina. Los resultados obtenidos reflejan la importancia de seguir fortaleciendo este programa integral para garantizar el acceso continuo a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, especialmente para los grupos más vulnerables de nuestra población.

El Plan ENIA ha demostrado su eficacia en la protección y promoción de la salud sexual y reproductiva de las y los adolescentes en nuestro país.

Es preocupante para nuestras organizaciones observar su situación actual. Instamos a las autoridades competentes a reconsiderar esta situación crítica. Apoyamos la propuesta de una Ley que garantice la continuidad de esta valiosa política pública. Si el plan se discontinúa, el impacto negativo no puede ser subestimado, ya que representará un retroceso significativo en los avances logrados en la reducción de embarazos no planificados en adolescentes.

Reafirmamos nuestro compromiso con la salud sexual y reproductiva de las y los adolescentes y con una posición atenta y activa para la defensa de políticas públicas efectivas y basadas en evidencia que contribuyan al bienestar de nuestras y nuestros jóvenes y de toda la sociedad.