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Volumen 16, Nº1 (2020)

Salud sexual y reproductiva en épocas de pandemia… Más allá del COVID 19

Logo alvarezAUTORA
Dra. Silvia Inés Ciarmatori
Médica Ginecóloga
Sección Reproducción
Sección Ginecología Endocrinológica
Jefa de la Sección Planificación Familiar
Hosp. Italiano de Buenos Aires
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Una situación inédita, inesperada…, un cisne negro que nadie vio venir…éstas son algunas de las expresiones que se utilizan para describir la pandemia por COVID 19. Sin embargo, sin hacer futurología, es posible afirmar que, de seguro, las respuestas globales pondrán de manifiesto las desigualdades ya existentes, en lo que se refiere al acceso a la atención de la salud sexual y la salud reproductiva, para impactar desproporcionadamente en la salud, el bienestar y la estabilidad económica de las mujeres, las niñas y poblaciones vulnerables. Las personas cuyos derechos humanos están menos protegidos es probable que experimenten dificultades únicas como consecuencia de esta situación. Las mujeres, las niñas y los grupos marginados llevarán la carga más pesada de lo que serán las devastadoras consecuencias económicas y sociales de esta pandemia[1][2].

Las principales organizaciones y sociedades internacionales dedicadas a la atención de mujeres, niñas y adolescentes han publicado en diferentes comunicados la importancia de mantener la atención de la salud sexual y reproductiva en los tiempos de pandemia[3],[4],[5],[6]. “Not a luxury”, así definió a la necesidad de mantener este servicio la Inter-Agency Working Group on Reproductive Health in Crises, una coalición internacional de organizaciones que trabajan colectivamente para promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos en asuntos humanitarios, en una editorial publicada en Lancet, recientemente. La atención de la salud sexual y reproductiva está considerada un servicio esencial[7].

De lo aprendido en epidemias pasadas sabemos que la interrupción de la asistencia sanitaria de servicios considerados no relacionados con la epidemia resultó en más muertes que las provocadas por la epidemia misma[8], [9]. Entre estas cuestiones, las relacionadas con la salud sexual y reproductiva (incluyendo la atención obstétrica y neonatal, la anticoncepción para prevenir embarazos no intencionados, el manejo de las complicaciones del aborto y los casos de violencia de género) se encuentran entre las principales causas de mortalidad y morbilidad entre mujeres en edad fértil, especialmente en poblaciones vulnerables.[10] Efectivamente, el abuso sexual y los casos de violencia de género pueden aumentar en estas situaciones debido al confinamiento, mayor exposición a los perpetradores en el hogar, precariedad económica y el acceso limitado a los servicios de protección. En estos últimos meses, diferentes publicaciones han señalado cómo las mujeres, especialmente aquellas de grupos vulnerables, podrían verse más afectadas por efectos directos e indirectos de la pandemia. Es sabido que las mujeres con menor nivel educativo y socioeconómico suelen tener menos autonomía y menor accesibilidad a los servicios en general, y a la salud en particular. A esta situación, en el contexto de la pandemia se agrega el tema de la menor accesibilidad, no solo por las distancias geográficas, sino por las medidas de aislamiento social que limitan la chance de acceder a la atención[11].

Es entendible que la pandemia por COVID-19 haya obligado a los sistemas de salud a enfocar toda la atención médica en los pacientes afectados por el virus. Sin embargo, el impacto que puede llegar a tener una epidemia en los servicios de salud reproductiva debe ser tenida en cuenta desde el primer momento, para evitar la interrupción o la pérdida de confianza en estos servicios. Los servicios de maternidad y salud pública deben planificar con anticipación la estrategia de cómo se va a ofrecer el servicio, para minimizar los retrasos en el acceso y la atención recibida, y garantizar la provisión de métodos anticonceptivos[12]. Cuando se teme a las instalaciones de salud, se evitan. En este sentido, los países que nos adelantan en la evolución de la crisis han dejado bien en claro cuál debe ser esa estrategia. Con el objeto de disminuir la posibilidad de contagio, debe emplearse la estrategia del “acercamiento sin contacto” o “primero, digital”: esto significa que la telemedicina es la estrategia que debe priorizarse[13]. Esto significa que, siempre que sea posible, deberán utilizarse canales como la teleconsulta, SMS, WhatsApp, videollamadas o llamadas telefónicas. En el contexto de la cuarentena, en la situación de autoaislamiento o con opciones de transporte reducidas, es esencial que haya mensajes consistentes y frecuentes, para ayudar a las mujeres y sus familias a buscar asesoramiento temprano y tomar decisiones oportunas.

La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), al igual que otras sociedades científicas dedicadas a la atención de la mujer elevaron una serie de recomendaciones que podrían enmarcarse dentro de los siguientes parámetros5,12:

· DIGITALIZACION en primer lugar y siempre que sea posible. Es imprescidible implementar la telemedicina utilizando teleconsulta, teléfonos móviles y redes sociales, como un complemento para mejorar la información y el acceso a la anticoncepción. De esta manera se proporciona alivio a los servicios de atención personalizada (especialmente dentro de la Atención Primaria), manteniendo el acceso a la provisión, al asesoramiento y seguimiento del uso de los diferentes métodos anticonceptivos; al diagnóstico y tratamiento de ITS y VIH, y a la atención de aborto.

ELIMINACIÓN DE BARRERAS PARA ACCEDER: Asegurar la provisión de los diferentes métodos anticonceptivos, incluida la anticoncepción de emergencia. En nuestro país, la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva ha determinado la provisión gratuita de casi todos los métodos anticonceptivos desde hace más de una década, tanto en el ámbito público como privado. Los centros de salud públicos responsables de la provisión de métodos deberían organizar la logística para no discontinuar el abastecimiento de los métodos a las usuarias. Las coberturas de salud privadas deben garantizar a las usuarias la prescripción digital de los métodos anticonceptivos (asegurando la provisión del método por un periodo no inferior a 3 meses) y garantizar el acceso a los procedimientos de colocación de LARCs, cumpliendo los requerimientos específicos para dicha colocación.

HABILITAR EL ACCESO A LA ATENCIÓN DE EMERGENCIA: Asegurar el acceso a la atención de emergencia de ITS, interrupción legal del embarazo y a la anticoncepción de emergencia

Si bien debe priorizarse la atención vía telemedicina, debe mantenerse alguna forma de atención presencial para casos puntuales: no solo porque algunas situaciones así lo requieren, sino porque el acceso a la telemedicina no es universal. La digitalización es clave en estos momentos y está claro que en esta materia, la realidad es muy heterogénea en nuestro país y en muchos casos puede no estar disponible. Es fundamental que los responsables de definir las estrategias de atención planifiquen la modalidad de atención balanceando los riesgos de la exposición sobre las necesidades, de acuerdo a las diferentes realidades locales del desarrollo de la pandemia[14]. Así mismo, dado que se trata de un escenario completamente dinámico, las normativas deberán ajustarse en forma continua.

Otro de los temas que preocupa es el de las mujeres que trabajan en salud. Aproximadamente las tres cuartas partes de los trabajadores de la salud son mujeres; y en algunos sectores específicos, como por ejemplo la enfermería, que constituye la primera línea de atención de paciente, las mujeres representan más del 90% del personal[15]. Estas mujeres con frecuencia enfrentan no solo el temor que produce la exposición y la posibilidad de enfermarse gravemente ellas mismas, sino también el temor a contagiar a sus familias. Tampoco es menor, para estas mujeres, la preocupación que genera resolver cuestiones básicas de la logística cotidiana, como por ejemplo, cómo atender a sus hijos en edad escolar que no van al colegio como consecuencia de la cuarentena o cómo cuidar sus padres mayores, cuando están a su cargo. A nivel global, las mujeres suelen ser las primeras cuidadoras del hogar. El cuidado de las mujeres que trabajan en salud es fundamental y debe considerarse prioritario[16]. Este cuidado implica no solo asegurar los equipos de protección personal adecuados, un marco de trabajo que cumpla los estándares de manejo y seguridad definidos por la autoridad sanitaria y el entrenamiento permanente sobre cómo actuar en estas situaciones, sino brindarles contención emocional, canales de comunicación y las horas de relax necesarias.

Es evidente que la pandemia nos golpea a todos, de diferentes maneras y con diferente intensidad. Como personal de salud, dedicados a la atención de las mujeres, adolescentes, niñas y toda persona con capacidad de gestar, debemos tener presente que la atención de la salud sexual y la salud reproductiva es un servicio esencial y no puede diferirse. Inevitablemente se deberán realizar ajustes en la forma de brindar los servicios; sin embargo, la calidad y el acceso a los mismos deben mantenerse, adaptándose al contexto local y a la etapa de la pandemia que se esté atravesando.


[1] Sandolu Ana How the COVID-19 Pandemic is Affecting Women’s Sexual and Reproductive Health. En Medical News Today. Disponible en:https://www.medicalnewstoday.com/articles/how-covid-19-affects-womens-sexual-and-reproductive-health#Healthcare-governance-needs-more-women-

[2] UNFPA Millions more cases of violence, child marriage, female genital mutilation, unintended pregnancy expected due to the COVID-19 pandemic. Disponible en: :https://www.unfpa.org/news/millions-more-cases-violence-child-marriage-female-genital-mutilation-unintended-pregnancies

[3] Faculty of Sexual and Reproductive Healthcare. Advice for women seeking contraception, abortion and other sexual and reproductive healthcare during the COVID-19 pandemic

[4] WHO. Coronavirus disease (COVID-19) and Sexual and Reproductive Health. Disponible en: https://www.who.int/reproductivehealth/publications/emergencies/COVID-19-SRH/en/, 2 de mayo 2020

[5] FIGO COVID-19 Anticoncepción & Planificación familiar. Disponible en: https://www.figo.org/covid-19-anticoncepcio%CC%81n-planificacio%CC%81n-familiar

[6] Faculty of Sexual and Reproductive Healthcare. Essential Services in Sexual and Reproductive Healthcare Disponible en https://www.fsrh.org/documents/fsrh-position-essential-srh-services-during-covid-19-march-2020/

[7] Tran NT, Tappis H, Spilotros N, Krause S, Knaster S Not a luxury: a call to maintain sexual and reproductive health in humanitarian and fragile settings during the COVID-19 pandemic Lancet Glob Health. 2020 Apr 21. pii: S2214-109.

[8] McQuilkin PA, Udhayashankar K, Niescierenko M, Maranda L. Health-care access during the Ebola virus epidemic in Liberia. Am J Trop Med Hyg 2017; 97: 931–36.

[9] Hall KS Samari G, Garbers S, Casey SE, Diallo DD, Orcutt M, Centring sexual and reproductive health and justice in the global COVID-19 response. Lancet 2020; 395: 1175-77

[10] Logie CH, Khoshnood K, Okumu M, et al. Selfcare interventions could advance sexual and reproductive health in humanitarian settings. BMJ 2019; 365: 1083.

https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/question-and-answers-hub/q-a-detail/contraception-family-planning-and-covid-19

[11] Hall KS Samari G, Garbers S, Casey SE, Diallo DD, Orcutt M, Centring sexual and reproductive health and justice in the global COVID-19 response. Lancet 2020; 395: 1175-77

[12] UNFPA Sexual and Reproductive Health and Rights, Maternal and Newborn Health & COVID-19. https://www.unfpa.org/sites/default/files/resource-pdf/COVID-19_Preparedness_and_Response_-_UNFPA_Interim_Technical_Briefs_Maternal_and_Newborn_Health_-23_March_2020_.pdf

[13] BASHH, FSRH & BHIVA Sexual Health, Reproductive Health and HIV Services: Emergency COVID-19 Contingency Plan Paper for Government Disponible en: https://www.fsrh.org/home/

[14] Nanda K, Lebetkin E, Steiner MJ, Yacobson I, Dorflinger L Contraception in the Era of COVID-19 Glob Health Sci Pract. 2020;8: 1 -3

[15] Sadeque S. Correction**How the COVID-19 Pandemic is Affecting Women’s Sexual and Reproductive Health. Inter press Service Disponible en http://www.ipsnews.net/2020/04/covid-19-pandemic-affecting-womens-sexual-reproductive-health/

[16] Black B & McKay G Covid-19 and reproductive health: What can we learn from previous epidemics?

BMJ opinion . Disponible en https://blogs.bmj.com/bmj/2020/03/19/covid-19-and-reproductive-health-what-can-we-learn-from-previous-epidemics/

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